Un hombre llega a la playa en un día ventoso, el aire corría más fuerte que otros días, y el hombre aprovecha este viento para sacar de su auto, un poco sucio y descuidado, una cometa. La amarra a una cuerda y tira de ella para que se eleve. El viento poco a poco jala la cometa y se eleva hasta que ya no se podía ver claramente, el color pálido carnoso, de la cometa.El hombre llama a su hija que, con miedo y timidez, sale del auto se dirige a donde su padre, volaba la cometa. El hombre se agacha y con un beso en la mejilla, la abraza y le dice de forma muy infantil: “Te gusta?, Te gusta? Vamos a volar cometa.” La niña lo mira, baja la cabeza y no dice nada. A ella no le gusta volar cometa. Y mucho menos esa cometa, que le recordaba tanto a su madre. Tanto que sí miras la cometa detenidamente, verás que, la cometa tiene los mismos tatuajes que tenía su madre.
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