Jugar con un espectro

El tema de lo paranormal es curioso cuando menos, porque con la misma fuerza que asusta a la gente también la atrae, inclusive extrañamente a quienes no creen en nada, es algo con poderosa fascinación y hay quienes no conformes con consumir este tipo de cosas también se ponen a jugar con ellas, el primer nivel es la ouija juego que mucha gente desaconseja, escalones arriba esta lo que le paso a este chico junto con una moraleja mórbida, estas por escuchar una historia terrible. 




El joven vivía en un área semi-rural es decir a 30 o 40 minutos en automóvil de la ciudad. Por lo general las áreas verdaderamente rurales quedan a mayor distancia pero los lugares que se acomodan a lo primeramente dicho pertenecen generalmente a urbanizaciones de viviendas, grandes con piscinas y jardines espaciosos. es decir son lugares donde vive gente pudiente, aun 2 o 3 km de esta urbanización hay un cementerio desde ese cementerio se haya una lapida que no tiene nada de especial salvo por una historia, es el lugar de reposo de una niña que murió de cáncer, la teoría de porque esta pequeña paso sus últimos días renegando no solo de sus seres queridos sino del amor o compasión que podía recibir de todos los que la rodeaban varia. 





Algunos dicen que venia de un hogar muy disfuncional otros que sabiendo su destino tenia envidia y rabia de los demás, hay quienes simplemente dicen que la niña sufría de problemas mentales y era ruin, se dice que si tu vas y dejas un juguete en su tumba ella te va a visitar a tu casa y que mientras mas grande sea tu regalo mas terrorífica sera la visita, un adolescente de 14 años quiere jugar con fuego y tras pensarlo decide que su hermana mayor de 23 años no va a extrañar mas la antigua y enorme casa de muñecas que ahora esta en el garage de la casa, así que nisiquiera molestarse en pasarle un paño para quitarle el polvo el joven la levanta con los brazos y se va caminando toda la ruta hasta el cementerio, llega a a la tumba de la niña y le deja el regalo. De regreso a casa saca a pasear a su perro, pues el es el encargado del que el animal deje sus desechos fuera. Horas después se prepara para la noche nada extraño ocurre pero al menos las fotos que saco con su celular de la casa de muñecas sobre la tumba seria un buen recuerdo para enseñar, su mente obnubilada por estar recién despierto en la mañana se despeja rápidamente cuando al levantarse siente un penetrante ardor en el brazo, al mirarse el susto no es repentino sino creciente dando se cuenta de lo que tiene sobre la piel: marcas de mordedura de una dentadura pequeña. 




Privado por la impresión y de no saber que hacer el joven al principio no dice nada de echo quizás por apelar a la lógica el no se atreve a relacionar una cosa con la otra, su día en la escuela transcurre normalmente, su mama le pregunta si algo malo pasa pero el se deshace del compromiso contestando que todo esta bien. Oculta las marcas de mordedura. Antes de dormirse a las 3 de la mañana pues obviamente le costaba conciliar el sueño, el chico ase algo atípico deja la puerta de su cuarto abierta, el motivo: que el perro que duerme dentro de la casa pueda pasar si quiere eso lo hace sentirse seguro. Sin embargo hacer esto no evita que lo que iba a ocurrir ocurriese, horas después de dormirse, en pleno alba el chico se levanta chillando y su alarido es tal que despierta a toda la familia, el primero en ir al verlo es el perro, pero minutos después, cuando el ofrece una explicación a su mamá esta pone el cuarto patas arriba buscando algún insecto, pero el con miedo sabe que no tuvo nada que ver con ningún animal, deja que su mamá se quede con esa teoría porque no quiere darle explicaciones, el sabe muy bien que se despertó sintiendo que unos dedos estaban retorciendo sus genitales. 




El joven no se da tiempo de llorar del miedo a solas, en algún momento de la mañana piensa en una solución a su problema y planea llevarla a cabo ni bien termine de almorzar en casa y si va almorzar no es por hambre es para que sus padres no piensen que ande en algo extraño. Al margen de ellos de su hermana y en completa soledad el chico resuelve volver al cementerio y suponemos que con la intención de deshacer lo que hizo, llevarse de vuelta la casa de muñecas que había dejado en la tumba de la niña, el horror de que alguien se la pudiera haber llevado, cosa que lo atormento durante toda la mañana se disipo al verla donde la dejo, el chico la levanto la llevo de vuelta consigo al garage y la dejo donde la estaba, nadie lee el futuro, nadie estaba hay para decirle que muy por desgracia esto es lo peor que jamas podría haber echo. 



Era sábado por la mañana el chico se levanto tardísimo a eso de las 11 y si se despertó es porque escucho ruidos y agitación en casa, su hermana estaba afuera llamando al perro en voz alta, su papa estaba agitado y su madre furiosa, el la conocía bien pues era su mama sabia que la mujer tenia ganas de llorar también. Que paso? pregunto alterado, la contestación fue breve: -Alguien se llevo al perro-nuevamente el joven se tomo su tiempo para dilucidarlo para re flexionarlo no quería relacionar una cosa con la otra al pesar de que semejante ocurrencia jamas antes había pasado en ese vecindario, cuanto y menos que se diera el caso en general de que alguien se robara un animal adulto, Los jóvenes se auto engañan mucho, así que sintiendo ganas de llorar, pues era su perro también, se alivio una vez mas negándose a relacionar una cosa con la otra. Empezó lo que el describe como la peor etapa de su vida, no recibió mas pellizcos ni mordidas, pero lo invadieron pesadillas extrañas por muchos meses, oía su perro llorando perdido en una especie de túnel oscuro étnico.